En ocasiones pensamos en devolver el tiempo y reparar nuestro errores, aunque en nuestra mente lo hagamos a través de nuestra imaginación en la realidad es imposible, es muy difícil controlar nuestros impulsos y pensar más allá de lanzar una palabra o un gesto, pero hay una gran verdad ineludible es que somos humanos y que no somos perfectos, razón que no es para justificar nuestro comportamientos, si no para buscar la perfección en ser cada día una mejor persona y en tratar al prójimo de la misma forma que nos gustaría que nos trataran, es una ley tan simple pero difícil de aplicar, para no tener que luchar con el remordimiento de haberse equivocado.
Los pasos mal dados nos cuesta dos cosas irrecuperables en esta vida tiempo y dinero, el tiempo que malgastas jamás vuelve y el dinero que perdiste jamás lo recuperas; aprender escuchar el corazón es una de las mejores herramientas para no cometer errores que nos cuesten esas dos cosas anteriores o una tan simple como aprender del error ajeno, intentar de manejar nuestro impulsos nos puede evitar muchas lagrimas y dolor.